Los principales combustibles para el
musculo son la glucosa, ácidos grasos y
cuerpos cetónicos. Para el musculo en reposo el
combustible principal son los ácidos grasos que cubren
entorno al 85% de sus necesidades energéticas.
El musculo difiere del cerebro en que
posee un gran almacén de glucógeno (1200Kcal, entorno a los
300-400g dependiendo de muchos factores). De hecho en el musculo se
almacenan las tres cuartas partes del glucógeno del organismo.
El glucógeno es fácil convertible en
glucosa-6-fosfato para su empleo en las células musculares. El
musculo retiene glucosa, su combustible preferido
durante la actividad.
En el musculo esquelético en
contracción activa, la velocidad de la glicólisis excede con mucho
a la del ciclo del ácido cítrico. Una gran parte de piruvato
formado en estas condiciones, se convierte en lactato mediante una
reacción de reducción, que fluye al hígado para allí convertirse
en glucosa (Ciclo de Cori). Estos intercambios trasladan una
parte de la carga metabólica del musculo al hígado. Ademas en el
musculo activo se forma gran cantidad de alanina por transaminación
de piruvato. La alanina como el lactato también se convierte en
glucosa en el hígado.
Pero, ¿por que libera alanina el
musculo? El musculo puede absorber y transaminar aminoácidos de
cadena ramificada para utilizar sus esqueletos carbonados como
combustibles. Sin embargo, no puede formar urea. Por tanto el
nitrógeno se libera a la sangre en forma de alanina. El hígado
absorbe esa alanina, convierte su nitrógeno en urea y el piruvato lo
transforma en glucosa o ácidos grasos.
El musculo cardíaco funciona de forma
diferente al esquelético.
FUENTE
Bioquímica de Berg, Tymoczko y Stryer
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